Desde que interpreta a Antonio Nariño en La Pola, a Luis Fernando Hoyos muchas personas en la calle lo saludan con reverencias y hasta le dicen señor presidente. No hay duda, anécdotas como esta se deben al poder de la televisión y sobre todo, a su trabajo actoral, gracias al cual la gente al verlo cree estar frente al precursor de la independencia de Colombia. Con la madurez que dan los más de 20 años de carrera en la actuación, Hoyos asume esta clase de momentos con serenidad.
Sabe lo que es la fama, pues la vivió a plenitud en los 90 cuando estelarizó y participó en exitosas producciones como ‘La casa de las dos palmas’, ‘María’, ‘Azucar’, ‘Hombres’ y otras tantas series y telenovelas en donde pudo desarrollar su pasión preferida: olvidar quien es y convertirse en otro, en suma, actuar. Así mismo, con humildad este hombre nacido en Pereira, afirma que aunque ha hecho un buen trabajo al interpretar a Antonio Nariño, el éxito del personaje se debe a muchos más factores, como por ejemplo el trabajo del director, el libretista, el equipo de producción, vestuario, maquillaje y el elenco. Además reconoce, que por causa de lo grande y magnífico que fue este prócer, era imposible que el televidente no se enamorara del personaje, tal como lo hizo él. “Su vida es apasionante, era un revolucionario como lo llaman muchos historiadores, pero sobre todo era un visionario.
De no ser por las traiciones que tuvo que sufrir, hoy lo llamaríamos libertador”, dice Hoyos sin titubear, con la seguridad que le da la amplia bibliografía que leyó sobre el prócer, como parte del proceso de construcción del personaje. A pocos días del final de La Pola, el actor adelanta que las últimas escenas de Antonio Nariño en la serie serán conmovedoras, y dejarán en el televidente una sensación especial, muy parecida a la que tuvo el al representar a uno de los colombianos más importantes de la historia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario